Tomate

Kikuyo (Pennisetum clandestinum)

Falsa poa o pasto lanudo (Holcus lanatus)

Mosca Blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci)

Pulgón verde del duraznero (Myzus persicae)

Pulgón del algodonero (Aphis gossypi)

Trips de las flores (Franklinella occidentalis)

Ácaro Rayado o Arañuela roja (Tetranychus urticae)

Ácaro bronceado del tomate (Aculops lycopersici)

Palomilla del Tomate (Tuta absoluta)

Perforador del fruto de tomate (Neoleucinodes elegantallis)

Oruga de la hoja (Spodoptera latifascia)

Gusano del Fruto (Heliothis gelotopoeon)

Gusano del Brote (Heliothis tergiminis)

Gusano variado (Peridroma saucia)

Oruga militar verdadera (Pseudaletia adultera)

Oruga medidora (Plusia bonariensis)

Minador de la hoja (Liriomyza huidobrensis)

Nematodo agallador (Meloidogyne spp.)

Gota o tizón tardío (Phytophthora infestans)
Mancha de alternaría (Alternaria solani, Alternaria alternata)
Pudrición del fruto (Phoma andina)
Botrytis (Botrytis cinerea)
Moho blanco (Sclerotinia sclerotiorum)
Marchitez vascular (Fusarium oxysporum)
Pudrición del cuello (Sclerotium rolfsii)
Cenicilla o mildeo polvoso (Oidium)
Moho clorótico (Fulvia fulva)
Antracnosis del fruto (Colletotrichum gloeosporioides)
Fumagina (Cladosporium fulvum)
Pudrición de plántulas (Pythium sp, Rhizoctonia sp, Fusarium sp, Phytophthora sp y Sclerotium sp).
Mancha bacterial (Xanthomonas campestris)
Huequera o tallo hueco (Erwinia chrysanthemi)
Marchitez o pudrición suave (Erwinia carotovora)
Pudrición medular (Pseudomonas sp.)
Cáncer bacterial (Clavibacter michiganensis)
Marchitez bacteriana (Pseudomonas solanacearum)
Virus del mosaico del tabaco (TMV)
Virus del mosaico amarillo del tomate (ToYMV)
Virus de la marchitez bronceada del tomate (TSWV)
Virus de la cuchara del tomate (TYLCV)
Nematodos del nudo de la raíz (Meloidogyne incognita)

1. Para el cultivo del tomate las plagas deben ser identificadas a tiempo para realizar un adecuado manejo. También se debe tener en cuenta el adecuado empleo de variedades resistentes a insectos y a enfermedades como método preventivo.

2. El manejo químico es un complemento de otras medidas de manejo integrado, se debe tener la identificación del blanco biológico que ocasiona el daño en el cultivo y la fase de su ciclo biológico. Dependiendo de esto, utilizar productos con acción preventiva, curativa o erradicativa.

3. Se debe tener en cuenta factores importantes como la tecnología a utilizar al momento de la aplicación, efectos residuales de los productos, lugar de la planta donde se va aplicar el producto, periodos de carencia, reingreso y rotar aplicaciones con productos de distintos modos de acción.

4. En tomate al aire libre, el uso de láminas de polietileno como acolchado y túnel, además de generar una mayor precocidad del cultivo, reduce el impacto de las malezas sobre las plantas, al constituir una barrera que impide su desarrollo.

El tomate es originario de América Central y el Oeste de América del Sur, de la región Andina (Chile, Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia). Su domesticación se inició en el Sur de México y Norte de Guatemala.

El cultivo de tomate necesita una temperatura óptima de desarrollo entre 20 y 30ºC durante el día y entre 1 y 17ºC durante la noche. Humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta, abortando parte de las flores.

El suelo deberá ser profundo, fértil, estar abonado y enriquecido con materia orgánica. En cuanto al pH, los suelos pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos cuando están enarenados.

1. Conocer la historia del lote, especialmente la presencia de patógenos u otros agentes contaminantes.

 

2. Eliminar restos vegetales y arvenses hospedantes para evitar inóculo de diferentes patógenos o insectos plaga.

 

3. Utilizar semillas y plantas sanas, impidiendo así contaminaciones con inóculo de patógenos presentes en las semillas.

 

4. Utilizar variedades resistentes a las enfermedades causadas por hongos, bacterias y virus.

 

5. Realizar siembras uniformes, deshojes periódicos y uso adecuado de los fertilizantes, particularmente los nitrógenos.

 

6. Rotar el cultivo del tomate con otros cultivos como la lechuga, cilantro, maíz dulce o cebolla de rama y de bulbo.

 

7. Podas sanitarias de hojas afectadas, siempre y cuando no perturbe el normal desarrollo y maduración de los frutos.

 

8. Uso de barreras vivas para limitar el acceso al lote de insectos plaga.