Pulgón

Pulgón verde de los cítricos, pulgón amarillo, áfido verde de la naranja.

Los áfidos constituyen unas de las principales plagas agrícolas a nivel mundial, debiendo su importancia económica fundamentalmente a su probada capacidad como vectores de numerosas enfermedades virales, además de ocasionarles serios daños a los cultivos agrícolas al provocar el déficit de grandes cantidades de savia en sus tejidos, produciéndoles en muchos casos malformaciones y propiciar con el líquido azucarado que expulsan, al desarrollo de fumagina, que limita el proceso fotosintético de las plantas. producen desprendimiento de flores y frutos.

A. spiraecola es originaria del Este Asiático y fue introducida a Norteamérica en 1907. La introducción de A. spiraecola a otras regiones se dio en el siglo XX y actualmente se le considera una especie cosmopolita.

Se encuentran registros de áfidos en las regiones o núcleos productores de cítricos como: Costa Atlántica (Córdoba, Bolívar, Magdalena y Cesar), Orinoquia (Meta y Casanare), Sur Occidente( Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca) y Centro Oriente (Santander, Boyacá, Cundinamarca, Tolima y Huila).

Los áfidos se caracterizan por tener el cuerpo pequeño, globoso y blando, de color verde amarillento. Tienen individuos alados y ápteros. Producen graves daños en los cítricos; deforma y enrolla las hojas del ápice hacia el peciolo y del haz hacia el envés. Los brotes atacados interrumpen su crecimiento.

Los áfidos normalmente se localizan en grupos sobre hojas y brotes nuevos.

Metamorfosis paurometábolo (gradual). Las ninfas atraviesan 5 estados de desarrollo y su duración es de 8 a 10 días, y los adultos viven entre 30 a 34 días.

Ninfas y adultos

Los daños directos los ocasionan al succionar el floema de las plantas. Tanto las ninfas como los adultos extraen nutrientes de la planta y alteran el balance de las hormonas del crecimiento. Esto debilita las plantas, detiene el crecimiento, y si el ataque es muy severo las puede secar. Afectan a hojas, ramas y frutos.

Habito (Thevethia peruviana)
Diefembaquia (Dieffenbachia spp.)
Aralia (Polyscias guilfoylei)
Cheflera (Schefflera sp.)
Resalgar (Asclepias curassavica)
Talayote (Cynanchum racemosum)
Cadillo (Bidens pilosa)
Bonche (Hibiscus sp.)
Cucharillo (Trichilia havanensis)
Clavito (Ludwigia sp.)

A. spiraecola, tiene como hospedero principal a los cítricos: naranjo, limonero, mandarino y pomelo. También se encuentra en frutales como: chirimoyo, ciruelo, kiwi, mango, manzano, membrillo, níspero, peral, vid, frambueso y macadamia.

Los áfidos transmiten una variedad de virus, incluyendo Citrus tristeza virus (CTV), el virus de Psorosis citrus, el virus del mosaico del pepino, el virus de la mancha anular de la papaya mosaic virus, Plum pox virus, el virus de la Papa Y, Cepa viburnum del virus del mosaico de la alfalfa, Cucumber mosaic virus, el virus del mosaico de la sandía y calabacín virus del mosaico amarillo.

1. En cítricos se realizan monitoreos y muestreos semanalmente o quincenalmente, durante la brotación de las plantas.

2. Para determinar el umbral de tratamiento se colocan dos aros de 0,25 m2 (56 cm de diámetro) sobre la superficie de la copa del árbol y se determina el porcentaje de brotes atacados por pulgones, se toman muestras de cinco árboles alternos por fila en cinco filas alternas.

3. El umbral de acción establecido es de 100 brotes observados por cada 5 árboles, cuando la presencia del daño esté en un 25% a 30%. Se recomienda realizar muestreros semanalmente.

4. Se debe asegurar que las plantas vengan de viveros certificados, ya que el manejo del inóculo del virus (CTV) es la más importante estrategia de control.

5. manejar un adecuado programa de fertilización, basado en análisis de nutrientes del suelo. Se debe tener cuidado con la aplicación de nitrógeno, ya que el exceso de este puede ser atrayente de insectos chupadores.

6. Para la reducción de colonización y dispersión de áfidos en las plantaciones de cítricos, se debe eliminar brotes, hojas afectadas y realizar podas de formación y fitosanitarias.

7. El control biológico debe ir dirigido a reducir la población de los áfidos para evitar su migración y que se dispersen a los cultivos susceptibles. Uno de los parasitoides más efectivos para controlar áfidos es Lysiphlebus testaceipes. También están los depredadores como Adalia deficiens, Eriopis connexa, Hippodamia convergens, H. variegata, Neda patula y Scymnus bicolor.