Mandarina

Mandarina (CITRUS RETICULATA BLANCO.)

Árbol pequeño de 2-6 m de altura, con tronco con frecuencia torcido, generalmente sin espinas. Ramillas angulosas. Hojas oblongo ovales, elípticas o lanceoladas, de 3.5-8 cm de longitud y 1.5-4 cm de anchura, con la base y el ápice obtusos. Margen aserrado por encima de la base. Son de color verde oscuro brillante en el haz y verde amarillento en el envés, fragantes cuando se las tritura. Pecíolos con ala muy corta. Inflorescencias axilares o terminales con 1-4 flores pentámeras, de color blanco, olorosas, de 1.5-2.5 cm de diámetro. 18-23 estambres, casi libres. Frutos de 4-7 cm de longitud y 5-8 cm de diámetro, globoso-deprimidos. Su color varía de amarillo verdoso al naranja y rojo anaranjado. La superficie es brillante y está llena de glándulas oleosas hundidas. La cáscara es delgada, muy fragante, separándose fácilmente de la pulpa. Pulpa jugosa y dulce, refrescante. Semillas oblongo-ovoides.

Ojo de poeta (Thunbergia alata)
Amargoza (Ambrosia artimiisfolia)

Vejuquillo (Melothria guadalupensis)
Melao (Melinis minutiflora)
Malva amarilla (Hyptis atrorubens)
Pasto jhonson (Sorghum halepensen)
Seca palo (Phthirusa pirifolia)

Minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella)
Mosca blanca algodonosa (Aleurothrixus floccosus)
Mosca de la fruta (Ceratitis capitata)
Pulgones (Aphis spiraecola, A. gossypii, A. citricola, Myzus persicae)
Prays o polilla de los cítricos (Prays citri)
harinosa (Planococcus citri)
Orthezia (Praelongorthezia praelonga)
Chinche pata de hojas (Leptoglossus)
Escama roja (Chrysomphalus aonidum)
Hormiga brava (Solenopsis geminata)
Hormiga arriera (Atta cephalotes)

Fumagina (Capnodium citri)
Gomosis (Phytophthora parasitica y P. citrophtora)
Mancha grasienta (Mycosphaerella citri)
Roña (Sphaceloma fawcetti)
Tristeza de los cítricos (causada por el virus CTV)
Antracnosis (Colletotrichum acutatum, C. gloesporioides, Glomerella cingulata)
Enfermedad rosada (Corticium salmonicolor)
Maya (Rosellina sp.)
Mildiu polvoso (Oidium tingitaninum)
Melanosis (Diaporthe citri)

1. Control de malezas: el combate de malezas es una práctica de mucha importancia después del trasplante y durante el desarrollo de los arbolitos. Cuando los árboles son grandes se recomienda el uso de herbicidas para destruir la maleza de las rodajas. En las entrecalles se puede realizar la deshierba mecánica o manual pero se debe tener mucho cuidado de no provocar heridas en las raíces y la base del tallo.

2. Control de plagas: se recomienda realizar monitoreos frecuentemente (semanal o quincenalmente) un recorrido de observación por la plantación, que puede ser en zigzag, tratando de evaluar el 10% del número total de las plantas establecidas. Durante dicho recorrido se hace la revisión visual de las diferentes partes de cada planta y su entorno, iniciando desde el suelo con la verificación del estado sanitario de la raíz, tallo, ramas, botones y flores, hojas y frutos. Posteriormente se registra cada eventualidad encontrada con el fin de evaluar la incidencia y severidad de las anomalías reportadas.

3. Control de enfermedades: Evitar campos con excesiva humedad, así como suelos pesados y húmedos. Planificar correctamente el riego para evitar el exceso de agua alrededor del tronco de la planta. Evitar causar heridas a las plantas cuando se realizan las prácticas culturales. Controlar adecuadamente las malezas. En árboles enfermos se debe limitar el riego y realizar fosas circulares de un metro de radio alrededor del pie del árbol dejando al descubierto sus raíces y aplicando fungicidas a base de cobre.

Familia
Rutaceae
Variedad
Las mandarinas se clasifican en tres grandes grupos: Clementinas (Citrus reticulata var. Clementina), Híbridos y Satsumas (Citrus unshiu). A veces se considera a las Clemenvillas o Novas como otro grupo.

Clementinas: Clementina fina, Oroval, Clemenules, Marisol, Oronules, Clemenpons, Esbal, Lorenita, Hernandina.

Satsumas: Okitsu, Owari, Clausellina.

Híbridos: Citrus x tangerina y Citrus reticulata.

La mandarina proviene de las zonas tropicales de Asia. Se cree que su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los mandarines, gobernantes de la antigua China. Se puede afirmar que es una fruta originaria de China e Indonesia. Su cultivo se introdujo en Europa en el siglo XIX. En la actualidad, los principales países productores son: China, España, Brasil, Argelia, Argentina, Colombia, Marruecos, Israel, Japón, Uruguay, México, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador.
Las temperaturas promedio, oscilan entre 18ºC para la temperatura mínima y 28ºC para la máxima, con pequeñas variaciones para cada especie y variedad. Los cítricos necesitan de unos 1,200 mm de lluvia por año, sin embargo precipitaciones mayores no son problema siempre que haya un buen drenaje del suelo. El rango adecuado de humedad relativa puede considerarse entre 60 y 70 %. Las altitudes aptas para el cultivo de Mandarina oscilan entre los 400 a 1300 msnm.

Necesitan suelos permeables y poco calizos y un medio ambiente húmedo tanto en el suelo como en la atmósfera. Se recomienda que el suelo sea profundo para garantizar el anclaje del árbol, una amplia exploración para garantizar una buena nutrición y un crecimiento adecuado. Los suelos deben tener una proporción equilibrada de elementos gruesos y finos (textura), para garantizar una buena aireación y facilitar el paso de agua, además de proporcionar una estructura que mantenga un buen estado de humedad y una buena capacidad de cambio catiónico. Prefiere suelos con pH entre 5.5 a 7.0.

1. Siembra: se deben sembrar árboles injertados, libres de plagas y enfermedades, con buena unión del patrón y el injerto, de copa vigorosa, formada por 3-4 ramas bien distribuida y una buena formación del sistema radicular.

2. Distancia de siembra: los marcos empleados son menores que en naranjo, con marcos de 6 x 6. Para los mandarinos más pequeños se aplican marcos de 4,5 x 4,5, pero no responde bien en seto.

3. Si se tiene disponibilidad de riego se puede sembrar en cualquier época del año; caso contrario, la época más adecuada es al inicio de la época lluviosa.

4. La poda en mandarina es más frecuente que en naranjo. Es una especie que puede ser muy productiva, por lo que es recuente la ruptura de ramas y suelen instalarse estructuras de soporte. Es necesaria una poda anual con objeto de eliminar las ramas muertas, débiles o enfermas y vigorizar el resto de la vegetación.

5. Cosechar siempre con tijeras al ras para evitar daños de otros frutos y la formación de heridas que puedan ser puerta de ingreso para plagas o enfermedades.

6. Especies que demandan grandes aportes de agua (9.0002622.000 m3/Ha). En parcelas pequeñas se aplicaba el riego por inundación, aunque hoy día la tendencia es a emplear el riego localizado y el riego por aspersión en grandes extensiones de zonas frías.

Descripción

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