Los síntomas de la enfermedad se presentan en coloraciones moradas sin bordes definidos, que avanzan en forma lenta hasta donde exista tejidos susceptibles. Posteriormente, los tejidos afectados se tornan más oscuros; luego, sobre los sitios donde se originó la enfermedad aparecen ampollas pequeñas de color blanquecino, que se van uniendo hasta ocasionar el cuarteamiento de la corteza. El desarrollo de la enfermedad dentro del cultivo es lento; inicialmente, disminuye la producción del tallo o la rama donde aparecen los primeros signos, luego sobreviene la muerte.
El hongo no se presenta con frecuencia en las hojas, los signos se observan en aquellas localizadas en el tercio inferior, ocasionando una mancha con borde clorótico bien definido. Sobre el haz de las hojas se desarrollan manchas irregulares de color rojizo púrpura a pardo-oscuro, las cuales se rodean de un halo clorótico, mientras que sobre el envés se observan los signos del patógeno, que corresponden a un micelio de color marrón claro con abundante producción de esporangióforos y esporangios, lo cual genera la apariencia vellosa característica de la enfermedad.
Los mildius vellosos causan daños económicos significativos en una gran variedad de cultivos en todo el mundo y en la actualidad causa daños significativos en países como Colombia, Estados Unidos, México y Nueva Zelanda, se reportan pérdidas entre el 50 y el 75% de la producción y en México puede llegar a causar pérdidas entre el 50 y el 100% de la producción en cultivos de rosas en invernadero, mora y otro tipo de rosáceas cultivadas.
En Colombia la enfermedad ocasiona una disminución del 10% y hasta el 100 en la producción, calidad, comercialización y costos en el cultivo de rosas.
La enfermedad fue por primera vez descrita en Inglaterra por Berkeley en 1862, donde causo daños considerables en cultivos de rosa en invernaderos.
Es una enfermedad de amplia distribución geográfica, en Colombia se introdujo en el año 1939 y se encuentra distribuido con baja incidencia, pero alta severidad, en la mayoría de los cultivos de mora .
Los síntomas de la enfermedad en foliolos se presentan como manchas irregulares o moteados que varían de tamaño, que en algunos casos son cloróticas, de color café a purpura y con bordes definidos; los esporangióforos y esporangios le dan una apariencia vellosa a algodonosa de color marrón claro, que puede ser muy abundante en el envés del foliolo. En tallos jóvenes se observan manchas de color purpura, abultamientos o ampollas blancas en la corteza y en tallos maduros se presentan cuarteamientos rodeados de manchas pardas.En los frutos inicialmente se presenta pérdida del brillo, acompañado de una maduración diversa de las drupas y en algunos casos agrietamientos y deformaciones; sobre aquellos que son infectados aún verdes, se induce un enrojecimiento prematuro y las drupas se contraen o momifican.
Temperatura: la enfermedad se observa con más frecuencia durante el tiempo húmedo, bajo temperaturas que oscilan entre los 18 y 22 ºC.
Humedad: humedad relativa alta (mayor al 80%).
Luz: bajo luz y a 10 – 14 ºC bajo oscuridad.
Hojas, tallos, ramas, brotes, flores, pedúnculos y frutos.
P. sparsa necesita tejido vivo para sobrevivir y es altamente especializado en las plantas hospedantes que afecta. Forma esporangióforos que se ramifican dicotómicamente para formar sus estructuras reproductivas o esporangios, que a su vez contienen las zoosporas o estructuras que le permiten al hongo iniciar el proceso de la enfermedad. Los esporangios germinan directamente sobre el hospedante y los estados iniciales de la infección se dan de la misma manera en que se presenten condiciones ambientales favorables para su desarrollo. El hongo penetra al hospedante en forma directa a través de la cutícula y la epidermis, y se alimenta de las células del parénquima por medio de haustorios y una profusa red de micelio intercelular.El hongo ya establecido, esporula por el envés de las hojas y lo hace por los estomas. La esporulación está influenciada en parte por la luz, mientras que los esporangios se forman en la noche, maduran en la mañana y se diseminan en el día. Esto puede ocurrir en un lapso de tiempo de 24 horas. El patógeno puede ser fácilmente transportado de uno a otro sitio por medio de estacas o plántulas afectadas, con micelio en estado de reposo o a través de sus estructuras reproductivas. La transmisión entre plantas se logra por salpique de oosporas, esporangios o zoosporas, por contacto entre las ramas o también por el empleo de herramientas infestadas.
Utilizamos cookies para mejorar su experiencia en nuestro sitio web, al utilizar y navegar en este sitio web, acepta que parte de su actividad de navegación puede almacenarse en cookies. La información detallada sobre el uso de cookies en este sitio web está disponible en los términos y condiciones.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web.
Las cookies necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web.
Las cookies de terceros nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento.
También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría sólo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies que pueden ser no necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos incrustados. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.