Aunque todas las partes de la planta pueden ser afectadas, el patógeno afecta inicialmente los tallos ocasionando un añublo o quemazón de color café claro. A medida que la infección progresa, el añublo se presenta en las hojas, en donde se observan inicialmente lesiones de color café claro en los márgenes y posteriormente de color café oscuro, causando secamiento parcial y enrollamiento de las mismas. Tanto las hojas, como los tallos y los botones florales se cubren de una masa de conidióforos del agente causal. Los pétalos afectados persisten en el extremo de las vainas y favorecen la colonización del hongo.
En las vainas tiernas se presentan lesiones hendidas redondas, de color café claro a oscuro en el centro y en las partes apicales. Cuando prevalecen condiciones de alta humedad relativa, las vainas se cubren de una masa felpuda de ramificaciones del hongo, de color café oscuro, llamadas conidióforos.
El hongo (Botryotinia) se ha observado en los departamentos de Boyacá, Antioquia y Cundinamarca. Se han reportado pérdidas considerables en Colombia a causa de este patógeno en cultivos de arveja, fríjol y habichuela.
Al principio de la enfermedad se forman manchas marrones en cualquier parte de la planta como hojas, tallos, flores y frutos, que frecuentemente se cubren del micelio pulverulento marrón. Es una enfermedad de condiciones húmedas, lluviosas y de temperaturas frías. Los tejidos florales senescentes favorecen la infección primaria y la posterior diseminación a las partes sanas.
En Colombia es uno de los principales problemas fitosanitarios, ya que puede llegar a ocasionar hasta un 40% de pérdidas si no se previene y controla a tiempo.
Según la clasificación establecida por Hennerbert en 1973, se menciona una doble nomenclatura para el estado anamorfo y teleomorfo de las especie (Botrytis cinerea y Botryotinia fuckeliana). El origen de esta doble nomenclatura indica que son consideradas y clasificadas como especies distintas, debido a su diferente morfología y a la aparente inconexión de su proceso vital.
Las diferencias morfológicas y disparidad de ambos ciclos, motivaron que cada uno se encuadrase en un grupo distinto; así la fase sexual (Botryotinia) se incluyó en el grupo de los Ascomicetos y la fase asexual (Botrytis) en el de los Deuteromicetos u hongos imperfectos.
Este patógeno se encuentra distribuido en todo el mundo, con más incidencia en Colombia, España y Chile. Afecta más de 200 géneros de plantas.
Ataca principalmente al fruto, aunque puede presentarse en cualquier parte verde. Puede destruir las inflorescencias antes de la floración o cubrir los frutos con una esporulación conídica gris característica. En ocasiones produce necrosis y muerte de las partes herbáceas. Infecta a las plantas a partir de heridas o tejidos colonizados. Causa muerte de plántulas en pre o post emergencia. Desarrolla lesiones pardas que se extienden por el tallo y las hojas. En flores produce manchados y marchitez. En los frutos causa una podredumbre blanda que se extiende con rapidez. También afecta a los productos hortícolas almacenados.
Temperaturas frías de 15 a 17ºC y humedad sobre 90% (agua libre sobre tejidos).
Afecta a todas las partes de la planta como hojas, tallos, flores, brotes, frutos y en severidades altas las semillas.
El hongo se forma a partir del micelio. Está constituido por un microfilamento, que se ramifica en la zona apical de forma alterna; las ramificaciones constan a su vez de ramificaciones secundarias, a su vez, poseen un engrosamiento o vesícula globosa y sobre la superficie de esta, se disponen los conidios, que se originan por germinación a partir de células formadoras de conidios situadas en la vesícula globosa. Luego de que ha germinado rara vez penetran directamente en los tejidos que muestran un crecimiento activo, pero lo hacen en tejidos de la planta a través de heridas o después de que se han desarrollado durante un cierto tiempo y han formado micelio sobre los órganos afectados. La proliferación de un gran número de conidióforos sobre la superficie vegetal, da lugar a una coloración blanquecina, parda, grisácea, a la que se le atribuye el nombre de podredumbre.
Los conidios, constituyen la principal estructura de dispersión de la enfermedad. Los conidios son dispersados por el viento, las herramientas y el salpique del agua de lluvia.
Muy polífago: hortícolas, frutales, fresa, ornamentales (flor cortada y plantas de maceta), vid, viveros de forestales, postcosecha de frutas y hortalizas como los son arveja,fríjol, habichuela, tomate, pepino, pimiento, berenjena, calabacín y judías.
El hongo puede afectar a las plantas en todos los estados. Pero es más susceptible en estado vegetativo y de floración.
1. Utilizar semillas de alta calidad y de variedades resistentes al patógeno.
2. Mantener una buena aireación dentro del cultivo mediante deshoje, poda y recolección de partes afectadas.
3. Muestreo y monitoreo: realizar revisiones semanales en el cultivo durante los periodos lluviosos para detectar los síntomas de la enfermedad.
4. Realizar podas sanitarias cada uno o dos meses, eliminando hojas afectadas y desplazarlos a lugares alejados del cultivo para su posterior destrucción.
5. Es importante evitar las siembras demasiado densas en condiciones de baja luminosidad.
6. Aplicación de cubiertas plásticas de invernadero con absorción de luz ultravioleta ya que reducen la esporulación y la tasa de colonización epidermal.
7. Evitar los excesos de fertilización nitrogenada.
8. Eliminar los residuos vegetales después de la cosecha.
9. El control químico se debe aplicar desde la floración y antes de que las plantas formen una vegetación muy densa que impida un buen cubrimiento del follaje.
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