Antracnosis del fruto

Colletotrichum gloeosporioides

 

El hongo que causa la antracnosis, además de afectar las ramas, presenta su daño más notorio en los frutos, que son afectados en todos sus estados de desarrollo. Los síntomas iniciales aparecen seis días después de la inoculación, como pequeñas lesiones aceitosas que gradualmente se tornan negras, aumentando de tamaño y cubriendo parcial o totalmente el fruto. Las lesiones poseen bordes definidos y el centro deprimido. A veces las manchas se rodean de una tonalidad amarillenta y se presenta maduración prematura y caída del fruto. Cuando las condiciones climáticas son favorables a la enfermedad, el centro de la lesión adquiere una coloración rosada o salmón, que corresponde a la proliferación de esporas del hongo. Con el transcurrir del tiempo, los frutos se secan y momifican, pudiendo caer al suelo o permanecer adheridos al árbol. El hongo permanece latente en las hojas más viejas y de ahí infecta los frutos y las ramas. También infecta cogollos y ramas débiles causando necrosis apical y muerte descendente de las mismas.

SINÓNIMO: Glomerella cingulata (Stoneman) Spauld. & H. Schrenk., Colletotrichum acutatum J.H. Simmonds.
ORDEN: Melanconiales

Antracnosis del fruto
La Antracnosis es una enfermedad que en Colombia causa pérdidas superiores al 50% hasta un 90% en tomate de árbol, manzano y mora. Se ha reportado al hongo Colletotrichum gloeosporioides como el agente causal de la enfermedad. Es la enfermedad que mayores costos demanda al agricultor y la que obliga al abandono o sustitución de los cultivos después de los dos y medio a tres años de producción. Cuando no se realizan medidas de control de la antracnosis, las pérdidas son totales. En cultivos comerciales bajo condiciones de uso continuo de fungicidas, se estiman pérdidas que oscilan entre el 10 y el 25% de los frutos cosechados. No existen variedades resistente, por lo tanto, la enfermedad se debe manejar mediante la integración de diferentes métodos de control.
C. gloeosporioides es un hongo de distribución cosmopolita y con predominancia en los trópicos y subtrópicos. Esta enfermedad es la más importante en Colombia en el cultivo de tomate de árbol, debido a su amplia distribución y a la magnitud de las pérdidas que ocasiona. Se presenta en los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Cesar, Cundinamarca, Boyacá, Huila, Magdalena, Nariño, Tolima, Cauca y Valle del Cauca.

La enfermedad se caracteriza por afectar: ramas; hojas viejas: presentando manchas negras y muerte de los tejidos a lo largo de las nervaduras, y frutos en cualquier estado de desarrollo y con mayor severidad: iniciando con lesiones aceitosas que se convierten en manchas de coloración oscura a negra, cubriendo parcial o totalmente el fruto; en un estado más avanzado, las lesiones presentan bordes redondeados de apariencia hundida, provocando la maduración prematura y posterior caída del fruto.

El hongo se desarrolla en condiciones favorables con temperatura óptima de infección y diseminación entre 18 y 22ºC. Una humedad relativa mayor a 92% y altitud de 2180 msnm. Para su desarrollo requieren entre 8 a 16 horas luz.
Las fuentes del inóculo se encuentran en las hojas, ramas, inflorescencias, brácteas de las flores y en los frutos, en general en todo el árbol.

C. gloesporioides produce un micelio septado, cuando está en estado joven se torna de color negro a medida que se va envejeciendo, tiene conidias unicelulares; cuando germinan emiten un tubo germinativo que se desarrolla en la superficie de la hoja y que a su vez es el apresorio que usa para fijarse al hospedante, esto sucede solo cuando hay presencia de agua.

Después de que los conidios germinan, producen un apresorio y una clavija de penetración y se introducen directamente en los tejidos de su hospedante a través de heridas causadas principalmente por insectos. Los conidios se mantienen unidos en una masa viscosa que es firme y dura cuando el clima es seco, pero en climas cálidos y húmedos los conidios son liberados.

El hongo puede ser transportado de planta a planta y de cultivo a cultivo, de varias formas: por el viento, por la lluvia, o por el mismo agricultor. También es diseminada por insectos perforadores de frutos, tales como: Neoleucinodes elegantalis y Leptoglossus zonatus, y también por algunas larvas de lepidópteros, que facilitan la entrada del hongo y predisponen el fruto a la infección por el patógeno.

Tomate de árbol, mora, manzana, ñame, cítricos, fresa, ciruela.

Los ataques más severos a los frutos ocurren cuando coincide el estado más susceptible del cultivo (floración y fructificación).
  1. 1. Establecimiento del cultivo con distancias de siembra amplias (4 m x 4 m), en cuadro o tresbolillo; esto con el fin de facilitar la aireación y proporcionar una mayor iluminación al cultivo.2. Realizar podas como una práctica que busca orientar la forma del árbol, regular su crecimiento a una altura máxima de dos metros.3. Eliminar partes enfermas del árbol, facilitar la entrada de luz y la aireación del cultivo.4. Semanalmente se deben eliminar los frutos afectados por antracnosis, recoger los frutos caídos y enterrarlos en un foso, cubriéndolos con una capa de cal o tierra. De igual manera, después de la poda sanitaria, se deben retirar los residuos vegetales enfermos y enterrar en lugares alejados.5. Realizar cosechas frecuentemente para disminuir el riesgo de ataques por antracnosis en los frutos maduros próximos a cosechar.6. Realizar inspecciones al cultivo durante los periodos lluviosos a fin de detectar oportunamente el ataque de la enfermedad.

    7. Para el control de esta enfermedad se están realizando pruebas con el hongo Trichoderma spp., es un tipo de hongo anaerobio facultativo que se encuentra de manera natural en un número importante de suelos agrícolas y otros tipos de medios.

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