En el complejo mundo en el que vivimos, marcado especialmente en los últimos años por la turbulencia y la incertidumbre, a nivel nacional y mundial, y en donde logramos superar una pandemia y aún padecemos una serie de guerras —en la última de las cuales, en territorio europeo, hemos vuelto a confrontar la amenaza nuclear— cumplir 65 años como empresa es una verdadera proeza.

Para ello hemos trabajado con amor, dedicación y optimismo, convencidos de que Invesa es la Compañía Amiga, tejiendo, con esmero y sin descanso, enlaces con nuestra gente: con nuestros empleados, con nuestros clientes, con nuestros proveedores, con nuestros vecinos, con nuestras autoridades, con nuestros accionistas. Tenemos una visión puesta en el futuro, nutrida por la experiencia y el conocimiento compartido del pasado, y soportada por una estrategia y un profundo sentido táctico que nos han permitido, en cada nuevo reto, adaptarnos y prosperar durante seis décadas y media, en un entorno volátil y muchas veces imprevisible.

Siempre hemos creído que la investigación, el desarrollo y la innovación son los motores que nos han permitido proponer soluciones versátiles en una amplia gama de sectores que van desde la producción agropecuaria hasta la energía y las telecomunicaciones, pasando por la construcción, la infraestructura y un sinnúmero de industrias como la textil y la de confecciones, la del cartón y el papel, y la misma industria química de la que orgullosamente formamos parte.

Nos mueve la satisfacción de las expectativas y necesidades de nuestros clientes y estamos en sintonía con las tendencias y las transformaciones mundiales. Además, confiamos en que seguiremos ampliando nuestra presencia en el mercado por muchas décadas más, porque, en Invesa, la calidad es un compromiso inquebrantable y todos los que trabajamos en la Compañía Amiga nos esmeramos para que cada cosa que hacemos cumpla los estándares establecidos, para poder fabricar y comercializar productos que son reconocidos por nuestros clientes y usuarios por su excelente desempeño.

Otra de las razones que nos ha permitido llegar hasta aquí ha sido la solidez y, más aún, la prudencia financiera, gracias a la cual hemos logrado un crecimiento económico sostenido, pero, sobre todo, sostenible. Por último, mantenernos y crecer durante 65 años fue, en gran medida, posible por la importancia que le hemos dado al mejoramiento de las condiciones de vida en nuestro planeta y al aprovechamiento y conservación responsables de los recursos naturales.

Confiamos en que todas estas virtudes, que seguiremos cultivando, nos van a permitir llegar, por lo menos, a nuestro primer siglo de existencia.

Presidente de Invesa S.A.